martes, 6 de enero de 2015

JESUS ES MI TESORO

Hablar con Jesús como un amigo habla con su amigo .

"Ése del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret." (Jn 1:45)


El apóstol Felipe nos da una lección al acompañar a Natanael hasta el Maestro. Se comporta como el amigo que desea compartir con otro el tesoro recién descubierto: Inmediatamente, con ilusión, quiere compartirlo con los demás, para que todos puedan recibir sus beneficios. El tesoro es Jesucristo. Nadie como Él puede llenar el corazón del hombre de paz y felicidad. Si Jesús vive en tu corazón, el deseo de compartirlo se convertirá en una necesidad.

Nadie puede dar lo que no tiene o no ha recibido. Antes de hablar del Maestro Jesús, es necesario haber hablado con Él. Sólo si lo conocemos bien y nos hemos dejado conocer por Él, estaremos en condiciones de presentarlo a los demás, tal como hace Felipe.

Hablar con Jesús como un amigo habla con su amigo, confesarlo con una fe convencida: "Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel" (Jn 1:49), recibirlo a menudo en la Eucaristía y visitarlo con frecuencia, escuchar atentamente sus palabras de perdón, nos ayudará a presentarlo mejor a los demás y a descubrir la alegría interior que produce el hecho de que muchas otras personas lo conozcan y lo amen.